Hace como 10 años disfrutaba un programa que transmitía por VH1 llamado “La fabulosa vida de…”. Seguiría siendo un gusto culposo sino lo hubieran dejado de pasar por mi sistema de cable. Eran un retrato de la fortuna de ciertas celebridades: casas, autos, yates, joyas, etc. Nunca hablaban de los logros artísticos (cuando los había), de las personalidades, únicamente de las banalidades millonarias que compraban gracias al sudor de su frente (si es que sudaban).

No tengo acceso a la contabilidad de Jared, pero supongo que le va muy bien. El objetivo de esta publicación no es mostrarles el nirvana económico de un galán internacional; sino la extraordinaria carrera que procurado este señor de 42 años:

Sí, ya rebasó el cuarto piso.

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Hace 20 años los reflectores se pusieron encima de Jordan Catalano, un adolescente rebelde con problemas de aprendizaje interpretado por Leto. My So-Called Life no duró ni 20 capítulos, pero la pareja romántica de la serie trascendió el fracaso y los clichés de ídolos juveniles. ¿Ya vieron Homeland?

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A los 23 años pudo haberse encaminado a seguir robando corazones en la pantalla chica, pero el espíritu hippie que le inculcó su mamá lo llevó a probar suerte en algunas películas independientes y producciones de bajo presupuesto. No tardó mucho en desarrollar un olfato muy especial para elegir con buen tino los proyectos en los que quería estar involucrado. Eran finales de los noventa y Jared estuvo ahí para hacerse notar en tres de los nuevos clásicos cinematográficos: Fight ClubGirl Interrupted y American Psycho.

20th Century Fox

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Si su carrera hubiera terminado en ese momento, hubiera podido presumirle a sus nietos que en algún momento de su vida actuó al lado de Brad Pitt, Edward Norton, Angelina Jolie, Winona Ryder y Christian Bale; que fue dirigido por David Fincher en, tal vez, una de las mejores películas de todos los tiempos; y que seguro se ligó a más de una muchachona nivel Cameron Díaz (con la que sí anduvo varios años).

Pero en el 98 Jared  decidió agregar un párrafo más a su currículum iniciando una banda: 30 Seconds to Mars, que de 2002 a la fecha ha publicado 4 discos, vendido 11 millones de copias e impuesto un nuevo Récord Guinness por el mayor número de conciertos en una misma gira (más de 300). Leto le demostró a Hollywood que se puede ser exitoso tanto en la pantalla grande como en la música (saludos, Bruce Willis y Russell Crowe). Su incursión en este arte no fue un capricho, y parece que no era un trofeo más para atesorar en la egoteca. El grupo ya trabajó con gente como Bob Ezrin (Pink Floyd, Kiss, Alice Cooper) y logró algo que pocos personajes de la calaña de Jared han logrado: convencer a los críticos, hacer que la gente se olvide de la imagen y preste atención a su trabajo artístico.

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Y no nada más ha liderado del proyecto desde el estudio de grabación, sino también detrás de cámaras. Leto, bajo el sobrenombre Bartholomew Cubbins (personaje de Dr. Seuss), ha dirigido videos de su banda y hasta Artifact, un documental sobre la industria discográfica y sobre cómo 30 Seconds To Mars se metió en una batalla legal con EMI Music. El material ha sido recibido bien por la crítica, admitiendo que logra lo que muchos no han podido lograr en un trabajo así. La confianza de Leto hacia su misma persona es tal que expone a una de las industrias que le han permitido ser quien es. 

A la par de su ascenso musical, Jared actuó en más películas de éxito internacional y culto. Como un junkie en Requiem for a Dream, un ladrón en Panic Room (otra vez dirigido por Fincher), el hermano de un carismático traficante de armas en Lord Of War, el asesino de Lennon en Chapter 27 y su más reciente e increíble actuación en Dallas Buyers Club, por la que ya recibió un Globo de Oro y una nominación al Óscar.

eonline.com

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A la par, colecciona sus momentos en su álbum narcisista: su página personal, Notes From The Outernet, en donde comparte (o presume) postales de sus triunfos y apariciones públicas. Hay que presumir la egoteca personal, si no para qué es.

Y podría seguir enlistando logros, momentos exitosos y hasta sus aportaciones altruistas, pero ya es suficiente. Más bien, la pregunta que pongo en la mesa es: ¿Es Leto uno de los tipos más talentosos que tenemos en la actualidad? ¿Se le da el crédito que merece? ¿O simplemente estamos hablando de un tipo con suerte y contactos?

¿Qué dicen?