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Lo bueno

Die Antwoord

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Como ya es costumbre, los sudafricanos se robaron el festival. Ahora lo que más recordaremos del Hellow, y sin duda lo que recordaremos con más cariño, será a Die Antwoord.

Siendo ya expertos en el arte de llegar hasta adelante en festivales, sabíamos que la única manera sensata de experimentar este momento era rodeado de cientos de sudorosos y eufóricos fans, por lo que optamos por llegar una hora antes al escenario Bud Light, o Corona Light, o como sea que se llamara (todos los nombres estaban mal en el programa de mano). Aún ahí, apretados y cansados y empapados en sudor propio y ajeno, sabíamos que valdría la pena, eso lo aprendimos en el Corona Capital 2012. Minutos después de las 8:30, su presentación comenzó; saltos, gritos, mini slam, Ninja haciendo el mejor crowd surfing que hemos visto en tierras mexicanas, bailarinas encapuchadas, sensuales y aterradoras a la vez,  Baby’s on Fire, el trasero de Ninja…

Yo-Landi y Ninja deberían dar clases sobre cómo ser headliners…

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Calificación: “El morro vestido de jirafa que igual se metió hasta adelante a pesar de que pudo (¿debió?) morir de sofocación.

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El Columpio Asesino

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El Columpio Asesino hace el rock más elegante e interesante, y en vivo lo ejecutan con maestría. No hay música más sensual y todos deberían verlos en directo por lo menos 15 veces. POR LO MENOS.

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Calificación: “Morro de mirada interesante vestido de negro y que de algún modo no suda”.

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MGMT

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En medio del lodo y ante unas 20,000 personas, MGMT nos dio el show más denso del festival. Con un set perfectamente balanceado entre la psicodelia espesa y hits de sus años mozos, esos que todos siempre quieren oírlos tocar (“Kids”, “Electric Feel”…).

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Calificación: “Morras disfrutando en el pasto”

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Caifanes

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Una de las cosas más peculiares de este festival es el rango musical que abarca. A diferencia del Vive Latino o el Corona Capital, que se rigen a partir de una línea bastante definida, la curaduría del Hellow Festival no parece obedecer ningún parámetro, lo que hace posible pasar de El Gran Silencio a Cut Copy y de MGMT a Caifanes. Lo anterior no es necesariamente malo, y en el caso de Caifanes, la cosa funcionó a su favor. Después de la euforia dejada por Die Antwoord, era necesaria la placentera calma de MGMT para que los 30,000 asistentes se pusieran en el humor que Caifanes necesita para ser de verdad apreciado… y vaya que Monterrey lo apreció.

Por casi dos horas seguidas, Caifanes hizo bailar, cantar y gritar a todos. Durante “La célula que explota”, Saúl guardó silencio, y fue la voz del público la que se podía escuchar hasta el escenario Bud Light Platinum (o como sea que se llamase) en el otro extremo del festival.

Caifanes muy bien, la nostalgia muy bien.

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Calificación: “Morra que prefiere usar una CyberShot que su teléfono para sacar fotos”.

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El Gran Silencio

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Fue durante su presentación que el Hellow Festival de verdad comenzó a sentirse como un festival, entre miles de personas realmente bailando, saltando y cantando cada palabra de las canciones.

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Calificación: “Morro que sólo vino a ver a Caifanes y El Gran Silencio y no sabe qué es un deadmau5”.

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deadmau5

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De nuevo aquí nos encontramos con una de las transiciones extrañas del festival, de Caifanes a deadmau5… y a decir verdad, fue un tanto difícil pasar del chip de la nostalgia al chip raver en menos de 10 minutos…

deadmau5, como ya todos sabíamos, da un show (casi) tan impresionante como su escenario.

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Calificación: “Morros que sólo vinieron a ver a deadmau5 y no saben qué es un Caifanes”

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Is Tropical

Pura música feliz para abrazar novi@s y ver atardeceres.

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 Calificación: “Morra que hacía porno, ahora es DJ y usa visuales bien psicodélicos”.

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Lo malo

Delta Rae

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Pocas veces una banda nos molesta (ustedes saben, queridos lectores, que todo nos vuela la cabeza), sin embargo, detestamos a Delta Rae. Un grupo de 6 personas, al parecer tres de ellos son hermanos, y su música el rock según lo definiría Alfa Radio, es algo que podría (¿debería?) sonar en un bar de covers en algún rincón de Cancún. Cada canción era tan predecible que a los 40 segundos ya te sabías las letras, incluidas frases tan profundas como “después de la noche llega la mañana”. Sonoramente, la cosa parecía un catalogo de clichés musicales, desde coros que consistían únicamente de “la la las”, hasta arreglos que podría hacer quién sea que produzca los discos de versiones chill out de clásicos de los noventas (como los que venden en el metro y traen una versión de “Creep”). Terribles. Seguramente había algo mejor que bookear, quizá alguna banda emocionante nacional… ¿Qué le hubiera parecido a Monterrey ver un grupo como Los Blenders?

Calificación: “Morras guapas aburridas”

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MNDR

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Teníamos muchas ganas ganas de ver a esta chica, tanto así que llegamos 20 minutos antes al escenario como-sea-que-se-llame, sin embargo al llegar la hora, nadie apareció, como el festival había empezado tarde, no nos sorprendió y esperamos pacientemente en el pasto. Pasaron 20 minutos, luego 30, MNDR anunció en su Twitter que saldría, luego anunció que su set había recorrido a las 4:20… Hora originalmente designada a Sigma. Por toda la confusión, ya solo pudimos ver 15 minutos de su show, y no logramos tomar muchas fotos…

Tampoco sabemos si Sigma se presentó, pues cuando regresamos al escenario como-sea-que-se-llame, ya estaba sonado Is Tropical.

En fin, si alguien sabe si Sigma tocó, por favor hágannoslo saber.

Calificación: “Morros enojados con la organización”.

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Lo peor

Mel Band Project y Doña Diabla

Estas dos bandas estaban programadas para abrir el festival, a la 1:20 y 1:10, respectivamente. El problema es que las puertas del festival abrieron a la 1:50. ¿Por qué? Pues porque la gente encarga de dar acceso estaba esperando a que llegaran una cajas donde poner los boletos.

Estas cajas provocaron que los grupos tocaran para nadie, así es. Mel Band Project tocó todo su set, mientras el público espera afuera a que llegaran una cajas para poder entrar.

Abrir un festival nunca es fácil, muy poco gente llega temprano, generalmente nadie te conoce y debes ganarte cada aplauso a pulso. Sin embargo, hacerlo te permita ganar nuevos fans, compartir escenarios con grandes bandas y ser parte de algo más grande e importante… pero, ¿qué pasa cuando ni siquiera tienes la oportunidad de ganarte a la audiencia? ¿Cuando, literalmente, no hay nadie escuchando? Es una pena que unas cajas les hayan robado una importante experiencia a estas dos bandas. Unas cajas.

Calificación: “Morro deprimido porque nada hace sentido”

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