El autor Paul Resnikoff ha abierto un debate interesante sobre el papel de las grandes disqueras en el estado actual de la industria musical: ¿Son los vampiros que están drenando a los artistas en una industria en decadencia o en realidad son uno de los mejores aliados que un músico puede tener?

Más allá de todas las cuotas, regalías descontadas injustificadamente y otras prácticas aparentemente excesivas que tienen las grandes disqueras, hay algunas cosas para las que son irremplazables. Principalmente en facilitar acceso a cosas a las que un músico independiente, sin importar lo popular que llegue a ser por su cuenta, dificilmente puede alcanzar:

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• Ingresos: La transición de ser un músico de medio tiempo a un artista dedicado requiere que alguien pague las cuentas y para muchos artistas, sin una disquera que los apoye, eso sería imposible.
• Promoción: Desde la infame payola, hasta conseguirles shows importante, hay prácticas que aún funcionan y pueden catapultar la carrera de un artista. Y las llaves a la gran mayoría de ellas las guardan las grandes disqueras.
• Desarrollo de productos y negocios: Muchas veces desconocen las mejores formas de hacerlo, pero al menos se encargan de acercar a los artistas a marcas, medios, plataformas y otros aliados que pueden ayudar a mejorar a los artistas como producto, hacerlos crecer y sobre todo generar ingresos que de ninguna forma tendrían únicamente vendiendo discos, boletos y mercancía.

Sin duda la era digital ha ayudado a que prácticamente cualquiera pueda generar una audiencia para su música, pero pasar de eso a tener una carrera de por vida es un salto aún complejo. ¿Creen que las disqueras aún tienen un lugar importante en el futuro de la historia de la música? Pasen a los comentarios y compartan su opinión.

Vía DMN.