Cent 4

Sombras de oro, reseña track by track

Lo que hace Centavrvs es impresionante en varios niveles, hay una serie de luchas en su música (experimentales, regionales y personales), así como una hambre e imaginación voraz. Cuando se habla de música con influencias regionales, se suele caer en clichés o en paradigmas creados hace mucho tiempo por músicos tan geniales como los de Nortec, que si bien no caducan, aún pueden ser llevados más lejos. Eso justo es lo que esta banda intenta en Sombras de Oro, empujar sus referencias, su oficio y al concepto de la canción popular en sí.

Dicen que el punto no es tener muchas ideas,  basta tener una excepcional. Este disco se opone ferozmente a esta tesis, y lo hace con éxito. En el caso de Centavrvs, sumar es la idea.

A continuación te compartimos una reseña canción por canción del disco, y aquí lo puedes escuchar vía Spotify, dale play y comienza a leer .

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Ilustración: Saner

“La Noche y Un Huracán”

El disco arranca con todo, literalmente. Es un manifiesto de la noble intención de tejer sonidos folclóricos con lo electrónico, de tomar referencias disímiles y casarlas en una ceremonia elaborada y concurrida.

“Sombras de Oro”

Se trata de una canción extraña, con guitarras acústicas e incluso un saxofón, las percusiones vibran al ritmo de una geografía abstracta pero familiar. La voz, en su repetición, es acento preciso de las atmósferas, samples y sintetizadores que se fusionan ante un solo Dios: la melodía.

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Ilustración: Saner

“El Reino del Cacao”

Nos ponemos un poco funk, acá lo orgánico lo están construyendo máquinas, y en las guitarras y teclados reconocemos tonadas y cadencias familiares, pero como nunca las habíamos oído. Podríamos, y deberíamos, escuchar esta canción en partes individuales, que entran y salen con perfecta conciencia de lo que interrumpen  y construyen en su andar.

“Chiquita Milagrosa”

La letra y melodía son una preciosidad. Afortunada aquella a la que estas palabras fueron dedicadas. Tener una letra tan efectiva (que existe para y por la melodía, al mismo tiempo que dice algo bonito) es un verdadero milagro. Se trata de una canción realmente encantadora; esconde con humildad el oficio y sin pretensiones se muda a tu cabeza.

“Por Eso”

Entre más escuchamos este disco, más nos sorprende lo accesible que es, lo comprometido que está en ejecutar canciones, mas no conceptos. Esta canción, en la que participa Denise Gutiérrez de Hello Seahorse!, quizá no es la más fuerte del disco, pero tiene la bondad de apelar a la sensibilidad universal del amor y el baile.

“La Tarde Me Dio”

Me convencieron en los primeros 14 segundos. Un viaje en el tiempo instantáneo, y justo cuando todo se va a blancos y negros, entra la visión de la banda. Es realmente fascinante ver cómo Centavrvs afronta géneros tan específicos y mexicanos, como los resuelve y hace propios. Su perspectiva y respeto hacen que sin importar a que género le rindan tributo, la cosa se mantenga honesta y por ende, fresca.

“La Valentina”

Nadie podría haber imaginado una versión como ésta del clásico corrido mexicano. De verdad, nadie. La cantidad de referencias, géneros y momentos es abrumadora, perturbadora y retorcidamente genial. Te volará la cabeza. Es decir, pasamos de las trompetas a las guitarras densas que se van al noise y de regreso. Un viaje raro y altamente recomendable.

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Ilustración: Saner

“Por Donde Andaba”

Sobredosis. Esta canción tiene tantos elementos que resulta imposible distinguirlos todos en una oída, dos o tres… Es densa y violenta; casi te hace bailar en contra de tu voluntad. Hay mucho que analizar aquí, pero da la impresión de que el análisis carece completamente de importancia, esta canción es la fiesta, a momentos, decadente y tenebrosa.

“La Tierra Habla”

Este interludio me recordó de inmediato al primer Centavrvs, aquél que todos conocimos cuando sólo querían celebrar el bicentenario de la Revolución. Es una pausa bien recibida y  el sample de palabras revolucionarias nos sirve como metáfora de la música, nos recuerda la intención de honrar valores viejos y la importancia de mantenerlos vivos.

“Colibrí”

Electrónica pura y elegante. De nuevo, estos músicos tienen de buenos lo que tienen de astutos. Aquí se escucha el resultado de lo que sin duda fue una serie de buenas decisiones en la producción, hay mesura y churriguerismo electrónico. Muy bien.

“Mañana No”

El mañana no existe, y por ende no importa. La mortalidad se hace presente en el cierre del disco, y con ella una nueva serie de preguntas surge. Centavrvs se despide ansioso de más música,  y todo este álbum debe ser el resultado de meses, años, de pensar y jugar con lo que este proyecto les permite hacer. Vivir dentro de los confines estéticos y conceptuales que ellos mismos crearon, debió resultar liberador para este grupo de músicos con años y años de experiencia.

“Al final”

Dos minutos de instrumentales funcionan como el cierre perfecto a este viaje ceremonial.

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Ilustración: Saner