Una de las particularidades de la música hoy en día, es que se trata de una disciplina accesible para todos. Y en tiempos en los que hacer música está al alcance de una computadora y un poco de creatividad, es claro que se ha diluido paulatinamente el delicado proceso de apreciación por la misma. El mundo gira tan rápido que son pocos los proyectos musicales que le dan la espalda al sentido de urgencia o a las tendencias. Uno de estos proyectos es Celofán, cuarteto originario de Tijuana, Baja California, que desde el año 2008 se ha concentrado en perfeccionar su sonido para mostrarlo al mundo en el momento exacto. Este momento llegó seis años después, con el lanzamiento de su álbum debut, Ideas a Medias.

Al tratarse de una banda que cabe dentro del mundo del shoegaze, su principal reto es encontrar un equilibrio entre la melodía y el ruido. El balance entre estos dos hemisferios comienza con la primera canción del álbum, “Nada que no quieras”, con una introducción melodramática guiada por la guitarra. Para Celofán, es importante alinear con cautela todos los elementos de su música. No quieren perdernos con un repentino laberinto caótico de sonidos. La armonía es primero.

Seis años le tomó a Celofán encontrar el rostro con el cual llegaría al mundo, y con los primeros cortes de Ideas a Medias es fácil que el ganador es el de la paciencia. El álbum avanza con una delicadeza notoria; la primera mitad del disco fluye tranquilamente y aún no hay velocidad, tampoco caos, pero las guitarras adquieren un fuerte protagonismo en el sonido de la banda. Las reverberaciones que distinguen al género shoegaze son esporádicas, pero cada una colocada con pinzas y lupa. Como si la producción de este álbum fuera comparado con el arte del modelismo.

Después de una primera mitad poco arriesgada, Ideas a Medias entra por fin en terrenos más peligrosos. Con “Fácil”, pista número seis, Celofán aumenta la velocidad y cambia su rostro. Sin querer, sin darnos cuenta, el volumen del disco se elevó. Mágica o misteriosamente. En la segunda mitad de este debut hay más adrenalina, más emoción, claramente impresa en la pista siete “Tu Forma De (Vomitar)”, en la que los rasgueos de una guitarra acústica proveen de un matiz exquisito para la banda.

Ideas a Medias es un álbum con un sonido homogéneo y en cada uno de sus instrumentos se puede notar una espléndida ejecución, y no ligada precisamente al virtuosismo, sino al sonido que cada uno de los miembros de Celofán logran producirles, uno que tomó casi seis años encontrar, obvia consecuencia del temple que identifica a la banda. Y es así como este sólido proyecto mexicano logra un admirable debut, en el que el equilibrio sonoro es constante, en el cual la cadencia se mezcla cordialmente con la estridencia.