Ves a una chica arregladísima y después de pensar lo bien que luce (y decírselo educadamente, patán) piensas “uff, se ve que eso requiere esfuerzo”. Y sí, pero no es nada comparado con las vicisitudes que durante siglos las mujeres tuvieron que pasar para vestirse, empezando por el brassier.

También te puede interesar: “Jugar con Barbies disminuye el número de mujeres profesionistas… Por eso, mejor jugar con esto”

La prenda que ahora nos parece tan cotidiana y algunos casos sexy, ha sido desde un símbolo de opresión, hasta bandera de igualdad (“ya traigo mi brassier deportivo, ahora sí te puedo patear el trasero”). Ve a estas chicas probarse diferentes brassieres de diferentes épocas y, lo más divertido, checa cómo cada prenda les cambia la actitud.

Vía: Brobible.com