Arctic Monkeys en vivo siempre es impresionante, como ya lo hemos podido comprobar en México (aunque no nos caería mal que nos lo recordaran pronto). Su set en Lollapalooza fue fulminante, precisión y toda la energía que se puede dejar sobre el escenario, además sin estropearse el peinado. No podríamos haber esperado un mejor cierre.