Hay patrones que se repiten una y otra vez a través de la historia de la música. Los éxitos, las desilusiones, las subidas y bajadas, los nacimientos y las muertes son ciclos que se viven a diario si se está involucrado de alguna manera con un grupo musical. ¿Qué nos mantiene en una expectativa constante por descubrir a la siguiente gran banda, la canción que se quedará con nosotros por siempre, el concierto que nos cambiará la vida? Las sorpresas. Lo inesperado. Lo que rompe esos patrones y nos llena de esperanza. Así pasó con Patterns, el cuarteto costarricense.

La música que hacen Michelle González, Allan Rojas, Mario Miranda y Luigi Jiménez transmite bien el ánimo del lugar de donde vienen, sin que esto signifique que canten en español o usen instrumentos latinoamericanos. Dangerous Intentions (2013), su disco debut, es una celebración; es un disco en donde el optimismo y el baile son los protagonistas. La identificación por parte de la gente ha sido tal, que no sólo ha sido un disco de alta relevancia en Costa Rica, sino ya traspasó fronteras.

“Sunny Days”, la canción que los ayudó a darse a conocer, es un buen ejemplo para explicar la música de Patterns. Michelle González se encarga con su voz de seducir al oído y darle la identidad al grupo; por su parte Allan, Mario y Luigi proveen del groove funky que contagia a cualquiera y logra más de un movimiento de pies al ritmo de los beats ochenteros.

Este año será el más relevante para el grupo: deberán hacer llegar su música a oídos no sólo latinoamericanos, sino de todos lados del mundo, para convertirse así en un caso de éxito en la historia tica. Suena como una tarea compleja, pero de nuevo, Patterns ya está rompiendo patrones.

Si hay que animar una fiesta, pongan la música de Patterns en Sony Music Unlimited.