FYF Fest 2013.

FYF Fest 2013.

Antes de convertirse en uno de los festivales de música más representativos de la ciudad de Los Ángeles, el FYF vivió como la iniciativa, la aventura y el esfuerzo de un muchacho que pasó de ser identificado por la policía como un alborotador y vándalo, a un promotor que logró reunir a las bandas locales de su comunidad en un pequeño pero prometedor evento. Sean Carlson, sencillamente conocido como “Hud”, es el responsable de que hace diez años el Echo Park se convirtiera en el Fuck Yeah Fest, una fiesta californiana con bandas, comediantes y artistas visuales que expusieron su trabajo frente a más de dos mil personas en un solo día.

En un principio, las intenciones del FYF y su creador no fueron crecer como un festival reconocido y de varios días, mucho menos construir una historia a lo largo de una década. La idea surgió después de que Sean viajó a Florida para un pequeño festival con varios foros donde pudo ver a 21 bandas en una sola noche, un concepto que lo animó a trabajar a su regreso y buscar dos cosas principalmente: crear una opción más de música en vivo para divertir a la gente y al mismo tiempo, darle a las bandas locales la oportunidad de presentarse fuera de los lugares comunes de la ciudad.

FYF Fest 2012 / Foto por Daniel Patlán.

FYF Fest 2012 / Foto: Daniel Patlán.

Aproximadamente 30 bandas tocaron gratis en aquella primera edición de un día. Nombres como Wires on Fire, The Mean Reads, Horse the Band, Subtitle y Shark Pants aparecieron en ese cartel de 2004 que de manera natural, atrajo la mirada de más gente y por supuesto de algunas marcas interesadas en invertir en eventos como éste. La llegada de esos patrocinadores fue la causa de que el nombre del festival se abreviara a F Yeah Fest, pero también de que su infraestructura y su impacto creciera exponencialmente. Para el siguiente año, el festival logró expandirse un poco más y adicional a los distintos lugares del Echo, se utilizó un departamento amplio que durante una noche funcionó como foro.

FYF Fest 2012 / Foto por Daniel Patlán.

FYF Fest 2012 / Foto: Daniel Patlán.

El crecimiento y la convocatoria que Sean Carlson había creado en tan solo dos años, lo llevaron a adentrarse en una nueva aventura y en trabajar arduamente en la producción de un festival en forma. En su edición de 2006, el F Yeah Fest se convirtió por primera y única vez en un evento de tres días durante el mes de agosto, con tres foros distintos y más de 40 bandas como Black Lips, Silversun Pickups, The Bronx, entre muchas otras. Aunque el formato de tres días no se ha repetido, ese momento fue clave en la vida del festival, pues marcó oficialmente la llegada de un nuevo y gran evento de música en vivo, albergado por la ciudad más extensa y poblada del estado de California.

Pero, ¿cómo representar mejor a la ciudad con un festival? Moviéndolo de lugar y ubicándolo en el corazón de Los Ángeles. El crecimiento natural del FYF y las ganas de expandirlo, hicieron que “Hud” tomara la decisión de despedirse del Echo Park después de cinco años y dar el gran paso de llevar su producción completa al Historic State Park, lugar donde se lleva a cabo desde 2009 bajo el nombre de FYF Fest. La esencia del punk y el hardcore que desde su nacimiento caracterizó al festival, se tradujo en aquella edición de un día con nombres como Black Lips, No Age, Converge, Fucked Up y The Dillinger Escape Plan. A partir de ahí, el festival también se convirtió en un escaparate para actos importantes y reuniones como las de The Descendants y Quicksand, en 2011 y 2012 respectivamente.

Este año, el FYF Fest regresa a su formato de dos días para festejar sus diez ediciones y recordar una historia de esfuerzos y oportunidades. El sábado 24 y el domingo 25 de agosto, el Historic State Park de Los Ángeles recibirá grandes actos como el regreso de My Bloody Valentine al continente americano, esperadas presentaciones como las de The Breeders y TV on the Radio, así como proyectos jóvenes pero prometedores que complementan la fuerza de un evento como éste, el cual pasó de ser un pequeño y modesto evento de música en vivo, a ser uno de los festivales más importantes del verano californiano.