Texto: @folkmetender

A principios de este año, una banda con un nombre bastante sencillo empezó a dar de qué hablar en blogs y sitios de música importantes: Toy. “¿Suenan a The Horrors?” Fue el primer comentario que oí sobre ellos. Después los escuché en la radio pero no logré descubrir mucho. Gracias a la red, descubrí que son de Londres, Inglaterra. Son cuatro chicos y una chica. Ella es española, de nombre Alejandra; los demás van por la vida bajo los nombres de Tom, Dom, Panda y Charlie. Hace unos días platiqué con la Alejandra para descubrir quién era en realidad Toy, la misteriosa banda de la que todos hablan: “Culturalmente somos muy compatibles, somos europeos al final. Cuando nos conocimos, descubrimos que compartimos gustos musicales, aunque vivimos en países diferentes. Creo que mi aportación como latina a la banda es que soy muy relajada, generalmente mantengo la calma”, esa es la manera en que la chica española vive la diferencia cultural dentro de la banda.

En el 2011, Toy fue el encargado de abrir la gira de The Horrors en el Reino Unido: “Somos muy amigos, los conocemos desde hace mucho tiempo. Ellos nos invitaron a salir de gira por primera vez. Fue fenomenal y la pasamos increíble. Nos dieron la oportunidad de tocar para públicos muy grandes a los cuales nosotros no hubiéramos tenido acceso de otra forma y esto nos abrió las puertas para que la gente nos escuchara”.

A pesar de lo que parece, su acercamiento musical a la banda de Faris, Joshua y compañía es casi imperceptible, no hay nada de garage sucio ni delineador negro. Si acaso, comparten ritmos de batería cuadrados y precisos, una que otra línea de bajo y las mismas influencias que tuvieron cuando estos escribieron Skying (Terrícolas Imbéciles, 2010). Al escuchar su disco debut homónimo editado por Heavenly Recordings, se nota que es una banda muy joven a la que le falta tiempo para poder encontrar un sonido propio pero que hasta ahora lo ha hecho bien. Han logrado agotar las copias de su primer sencillo  (“Let Myself Behind” vendió todas sus copias el mismo día que salió a la venta) y aparecer en la lista de Las 100 Mejores Nuevas Bandas de la NME.

“Cuando sacamos el sencillo fue una sorpresa, no teníamos idea de qué esperar. Fueron 100 copias y volaron. Sacamos sólo esa cantidad porque no pensamos que fuera a tener tal impacto, eso demuestra que no teníamos ninguna expectativa. Las reacciones han sido increíbles, no las esperábamos. Una vez que lo grabamos y que conseguimos tocar para la gente, sabíamos que nos tenía que ir relativamente bien porque creemos en lo que hacemos, pero todo ha sido sorpresa”.

El querer vivir únicamente de hacer música no es algo sencillo y dista mucho de la realidad actual de la industria musical. Hoy en día está más que comprobado que las bandas no sobreviven vendiendo discos (ya se en formato digital o físico); para que un artista gane un dolar a través de Spotify, su canción necesita tener miles de reproducciones y los concierto se han vuelto la mejor –y quizá la única– manera en que una banda o artista puede ganar dinero. En México las bandas que se sostienen al 100 por ciento de hacer música se cuentan con los dedos de las manos. Por esto, tomando como referencia el contexto anterior y al ser una banda tan nueva y estar compuesta por gente joven, me viene a la mente la siguiente pregunta: ¿En qué momento decidieron apostarle a vivir una carrera musical con todo lo que esto conlleva y cómo la sostienen?: “Lo teníamos muy claro desde el principio, yo soy enfermera y trabajo en el hospital pero sólo medio tiempo. Todos los demás dejaron sus trabajos, bueno, algunos no tenían y pues ahora menos (risas). Charlie (batería) ha tenido apoyo de su famlia, Dom (guitarra) lo mismo. Tom y Panda viven con la pensión que les da el gobierno a los desempleados, y pues con el poco dinero que generamos de Toy, así es como por ahora nos mantenemos (risas). Es una apuesta, no es como hace 40 años que una banda se podía gastar todo el dinero del mundo en giras y en lo que fuera. Lo tomamos como viene y hasta ahora viene bien”.

Después de investigar sobre Toy, uno de los puntos que más me llamó la atención fue su inclinación por la imagen psicodélica y los colores vibrantes, ¡Ojo! No quiere decir que se vistan con pantalones acampanados y que sean hippies, digamos que su psicodelia se inclina más hacia la de Tame Impala, sus videos son un claro ejemplo de esta preferencia visual.

“Para nosotros, es muy importante el aspecto musical tanto como el visual. Para el primer video, sabíamos que se tenía que hacer muy bien, cuidar los dos aspectos y no sólo uno, es un paquete. En lugar de pensar en una historia, siempre hemos pensado qué efecto podemos utilizar que vaya con la música que hacemos. Para ‘Lose My Way’ usamos un software que transforma el sonido en color, todos los colores que ves vienen de nuestros instrumentos. Lo grabamos en un parque en Inglaterra, justo cuando el sol se estaba poniendo. 

Toy es parte de una nueva oleada de jóvenes que a nivel mundial están apostándole a una propuesta musical y a un modelo de negocios diferente, desde Reino Unido (donde podemos encontrar a gente como Skream) hasta Chile (con Astro) o México (con Austin TV). Musicalmente, nos encontramos en un punto en el que, gracias a Internet, podemos encontrar maravillas provenientes de países y ciudades que nunca imaginamos que existían. Lo cierto es que algo pasa actualmente en el mundo que motiva a que los chicos se junten a tocar música, Alejandra lo ve de la siguiente manera: “La gente se está empezando a dar cuenta de que hay un movimiento de bandas que está empezando a salir, gente que estaba aburrida de escuchar lo mismo con la misma fórmula. Todos jóvenes con ganas de cambiar las cosas y hacerlas diferentes.”

“Yo lo que le diría a la gente es que se deje llevar, que no espere algo de Toy, esta banda se trata de lo que te hace sentir” dijo Alejandra a manera de cierre de nuestra plática pero como una introducción a su música, además mencionó que tiene toda la intención de que la banda inglesa pise suelos mexicanos el próximo año.