Taylor Swift

Por: @soyvelez

Hay dos cosas que tienes que saber:

  1. Hoy es cumpleaños de Taylor Swift
  2. Esa dulce post-adolescente criada en Wyomissing, Pennsylvania hizo más por la música que todas esas bandas de moda que tanto nos gustan

El 22 de octubre del año en curso lanzó su cuarto álbum, 16 canciones que unidas llevan por nombre Red (Universal, 2012). Y mientras escándalos como los orquestados por Death Grips parecen dictar el futuro para la música, no hay disco más importante que el de Swift para entender cómo evolucionarán los hábitos de consumo musical y por lo tanto los ingresos que percibe un artista y, por consecuente, bajo qué esquemas se generarán las bandas del mañana.

Lo primero a destacar de Red es su éxito inmediato en ventas. Aunque es prácticamente imposible medir cuántas personas se hicieron del disco en la semana de lanzamiento, las estadísticas relacionadas a la vía legal declaran que es el disco más vendido en la semana de lanzamiento en la última década; equiparable con el The Eminem Show (Aftermath, 2002). Es música comercial, es un hecho que va a vender copias, pero el volumen fue impresionante. ¿Cómo lo logró? Tiene fans, gente que ama su música… y como debería ser lógico, la compra. Es la esperanza más brillante para todos los músicos que confían en vivir de su arte, la gente que de verdad conecta con un artista, consume y aporta lo que le corresponde.

¿Por qué conectan con Swift y no con otro artista? La respuesta no es “sus fans son niñas chillonas de 13 años”, seguramente habrán muchas, pero no las suficientes para lograr esos récords de ventas; Justin Bieber lo habría logrado antes. Taylor Swift es perfecta.

Además de ser hermosa y adorable, es una muñeca de porcelana que sabe tocar la guitarra. Y al mismo tiempo sufre igual que todas las demás chicas que no son increíblemente guapas como ella. La mayoría de sus canciones están inspiradas en decepciones amorosas, hombres que la tratan mal; los pesados vaivenes del amor adolescente. Claro, ella sufre por Tayor Lautner, Joe Jonas y John Mayer, pero eso es sólo parte de su encanto.

Red va más allá de los noviazgos fallidos y las futuras promesas de amor, tiene canciones que capturan a la perfección el espíritu que debería vivir dentro de cualquier joven, tal es el caso de “22”. Una chica de veintidós años cantando sobre lo que se siente tener… veintidós, es una obviedad, pero funciona. Es filosofía YOLO para niños, la misma doctrina, pero impartida con dulce pop en lugar de bajos devastadores.

Premeditadamente, este éxito en tiendas salió de arriesgadas estrategias de innovación en la distribución musical. En alianza con Papa John’s, el disco de Taylor se vendía en un paquete especial con pizza. BRILLANTE. Si la gente ya no va a las tiendas de discos y tampoco descarga canciones de manera legal porque le parece complicado, llévaselo con pizza… pizza. Y siguiendo una tendencia natural por la parte más conservadora de la industria discográfica, en lo digital, este disco únicamente se lanzó a la venta, no apareció en servicios como Spotify o Rdio. Si tienes un producto de calidad con un mercado enorme… ¿para qué regalarlo? Estrategias arriesgadas, diferentes, pero acertadas.

En lo estrictamente musical, Red queda muy bien parado. Es el álbum más versátil de Swift, dejó atrás el amor por las guitarras acústicas e incorporó elementos pop de moda a sus canciones, léase dubstep y lo hace bien. Sus canciones son himnos para todos aquellos que han sufrido de un corazón roto, gustan salir de fiesta o simplemente están buscando ser felices… universales. Y es hermosa, tanto que excede mi criterio profesional. ¡Feliz cumpleaños Taylor!