¿Qué es lo que más nos mueve de la música? ¿Son las melodías pegajosas? ¿Es el virtuosismo? ¿El estilo de vida? ¿El talento? Para muchos, la música es una regla de identidad y cuando una simple nota ejecutada por un desconocido mueve más de una fibra de nuestro cuerpo, se queda en nosotros para siempre. Existen canciones que han logrado mover millones de fibras y no sólo por ser populares en los principales medios ni por estar “de moda”. Son canciones que nos han hecho temblar e imaginarnos en escenarios fantásticos, oscuros, llenos de esperanza o apocalípticos. A continuación, les compartimos 5 de estas canciones que tienen un significado más allá de sus letras, simplemente por tener el final más épico o emotivo. Como siempre, los comentarios están abiertos para enriquecer este artículo.

Mew – “Comforting Sounds”
Es el tesoro escondido de los daneses, la pieza máxima, el climax de sus composiciones y lo más impresionante es que, siendo una banda virtuosa en ciertos niveles, esta es una de sus canciones más sencillas y sinceras. La pieza dura casi 9 minutos y cada segundo anticipa la grandeza del siguiente siguiendo una línea melódica bastante sencilla pero precisa. Mew puede hacer correr lágrimas en los asistentes a sus conciertos con esta canción.
Arcade Fire – “No Cars Go”
Es la penúltima canción del segundo disco de Arcade Fire, Neon Bible, y fue acomodada como pieza de ajedrez para dibujar un tablero perfecto dentro de tantas emociones que contiene el álbum, muchas de ellas oscuras. En medio de todo lo anterior, llega la salvación con “No Cars Go”, empapa a quien la escucha con nostalgia y le hace un nudo en la garganta, de hecho, más aún con el coro en el desenlace de la canción.
Sigur Rós – “Untitled No. 8 (Popplagið)”
Esta canción puede ser traducida o interpretada como una dualidad perfecta: del cielo al infierno. Pasa de blanco a negro y no precisamente termina con los colores más brillantes. Al contrario, Jónsi y compañía se introducen a sus más oscuros rincones a través de los casi 12 minutos de meticulosa transición concluyendo con un estruendoso final, mismo con el que la banda apenas puede lidiar.
Radiohead – “Exit Music (For A Film)”
Es más corta que muchas de las canciones aquí nombradas pero es, por excelencia, la pieza más desgarradora de los de Oxford y fue utilizada para representar el drama que requiere una obra como Romeo & Julieta. Desde el primer acorde, cualquier persona puede anticipar el apocalíptico final que se avecina y con él, todo el dolor y destrucción emocional encapsulados en la voz de Thom Yorke. Dichos acordes comenzaron a sonar durante su concierto en México pero Thom se equivocó y desistió. Mal por todos nosotros.
Pink Floyd – “Comfortably Numb”
Con un final comandado por el solo de guitarra catalogado como uno de los mejores de toda la historia de la música y el rock, esta canción ha puesto la piel china a más de tres generaciones alrededor del mundo. A todo esto, agrégenle un espectáculo visual completamente sincronizado con la música y la letra llena de nostalgia y obtendran una experiencia alucinante y tremendamente emotiva; adictiva.

Así fue